Diplomado «ALIMENTACIÓN, COMUNIDAD Y APRENDIZAJE»
Módulo OCTUBRE
2017
«Buen Suelo, Buena Vida»
AGROECONUTRICIÓN
El fin de semana comenzaba con una sesión de yoga en el huerto, Bruce nos invitó a relajarnos, despertar y conectar nuestros cuerpos con un poco de actividad física relacionada con la vida en el suelo ¿qué necesita un buen suelo? ¿de dónde logra su alimento? ¿cómo lo recibe? Éstas y otras preguntas se fueron respondiendo gracias a los movimientos y la respiración de nuestros cuerpos.
Uno de los ejes principales de Laboratorios para la Vida y de nuestro diplomado Alimentación, Comunidad y Aprendizaje es la agroecología, al hablar de agroecología tenemos que tener presentes varios principios que dan sentido a esta ciencia, a esta práctica, a este movimiento que defiende y promueve sistemas alimentarios limpios y justos.
Uno de los principios de la agroecología es la vida en el suelo. En el módulo del diplomado del mes de octubre nos centramos en el tema de la agroeconutrición, y uno de los objetivos del módulo era que las y los diplomantes conocieran y practicaran herramientas para la elaboración de diagnósticos sobre la salud del suelo de manera sencilla y cercana a sus trabajos en escuelas y comunidades.
Lo hicimos intercalando la práctica y la teoría para lograr aprendizajes significativos, Bruce y Helda nos invitaron a un recorrido por el concepto de la agroeconutrición, pudimos recordar temas que habíamos visto en la fase intensiva del diplomado, durante el mes de julio, y conversamos sobre la vida en el suelo y cómo ésta afecta a los nutrientes de plantas y animales y, a su vez, a nuestra propia alimentación. Estos temas siempre generan mucho interés y despiertan inquietudes y reflexiones en las personas que participamos en la discusión, las compañeras y compañeros del diplomado se mostraron muy interesadxs y juntas y juntos fuimos dando respuesta a algunas preguntas y profundizando en los temas para lograr una mayor claridad.
Para la práctica nos organizamos en tres actividades a través de las cuales logramos practicar diferentes formas de hacer diagnósticos rápidos del suelo. Con Ruve y Merce pudimos ver la estructura del suelo, aprendimos cómo la observación de las partículas del suelo nos habla de su calidad y cómo podemos lograr un suelo más fértil.
Bruce nos enseñó a medir conglomerados, ver los niveles de nitrógeno en el suelo a través de algunas leguminosas y observar la presencia de hongos e invertebrados, todos ellos indicadores de un suelo vivo, de un suelo fértil. Con Helda el tema fue el de la nutrición de las plantas y disfrutamos de manera muy práctica viendo como la coloración de las hojas de las plantas nos puede decir si faltan nutrientes en el suelo.
*FOTO DE TIPOS DE SUELO*
Todas estas actividades nos ayudaron a conocer la vida en el suelo, pero, sobre todo, como dijeron las y los diplomantes, pudimos practicar maneras sencillas de diagnosticar en nuestros espacios de trabajo y entender lo importante que es un suelo sano para nuestras vidas, para nuestra alimentación, para estas sanas y sanos!!
En este módulo tuvieron de nuevo un papel protagonista la cocina y el huerto. La cocina del Frijolón nos recibía para experimentar y reflexionar con una práctica en la que el huevo era el gran protagonista. Lo que hicimos fue conocer las propiedades del huevo a través de los sentidos, pero…nuestros huevos tenían muy diferentes orígenes. Contábamos con huevos de rancho y huevos industriales de diferentes características y precios.
El objetivo era el de observar, registrar y discutir sobre las propiedades de este alimento, ver sus peculiaridades según origen y reflexionar sobre la importancia de ser críticos a la hora de consumir, a la hora de elegir lo que comemos. ¡La actividad fue muy interesante, las cocineras y cocineros se entusiasmaron con la observación de las características del huevo y después de sacar algunas conclusiones, además, nos prepararon un rico desayuno!!!
El trabajo en los huertitos fue muy variado y nutrido, avanzamos en cada espacio siendo la auto organización un punto común en todos los espacios. Cada equipo está planeando, experimentando, practicando y evaluando en sus mini parcelas. Esta experiencia está significando mucho para el grupo y para el equipo de LabVida, identificamos muchos aprendizajes y relaciones que ayudan a fortalecer el proceso, afianzar contenidos y practicar métodos que fácilmente se pueden replicar en los espacios de trabajo de las y los diplomantes.
Y llegó la hora de ver nuestros avances en la investigación, poquito a poco vamos introduciendo las fases de la Investigación Acción Participativa, en esta ocasión, después de hacer un repaso por los apartados de la carta descriptiva que los diplomantes tendrán como herramienta para presentar sus planeaciones, pudimos replantear las preguntas de los compañeros y compañeras, sus dolores de barriga y comenzamos a diseñar las actividades para conocer las diferentes necesidades que se están identificando en cada comunidad.
La comida de la milpa, el trabajo en el huerto, en el salón, el ambiente agradable, dinámico, en confianza, la curiosidad por los nuevos temas, el repaso de contenidos, los momentos de compartir avances….el yoga, la cocina, el café….cada uno de estos momentos, nos van dando semillas para nuestro crecimiento, para acercarnos a los sistemas alimentarios con una visión de un mundo mejor, en el que la alimentación y la agricultura se vean de manera integral, promoviendo la justicia y la salud.